EL LADO B DEL REPORTEO

Lamentablemente, se me acabó la época de viajes... de vuelta a la cruda realidad.

Mi querido público, muchas veces usted habrá visto en la tevé a los muy compuestos periodistas despachando desde alguna conferencia o lugar del suceso, y usted dirá que el profesional de la comunicación no tendrá problemas algunos en lograr su trabajo. Pues bien, mi querida chusma, yo le contaré lo que pasa realmente cuando se va a cubrir una noticia.

Lo primero de todo es que el periodista nunca está a la hora del suceso, sino que tiene que buscar que va a pasar. Ésto se sabe por medio de la pauta diaria que mandan las agencias de noticias, donde sale la hora y el lugar en que algún político o persona destacada va a hablar o hacer algún acto que valga la pena cubrir. Esto último no es tan cierto, porque de repente en la pauta salen cosas absolutamente irrelevantes como la inaguracion de alguna planta de revisión técnica o la visita de sub-sub-sub-secretario del departamento de tránsito de la muncipalidad de Pelotillehue.

Luego que el profesional encuentra la noticia a cubrir, concurre al evento. Siempre lo más fácil es ir a las conferencias de prensa o a las "reuniones" entre autoridades ya que acá siempre van a hablar de algo, es cuña segura. Y son en estas ocasiones donde aparece el lado B del reporteo.

Olor a axila es lo mínimo que se puede esperar al juntar alrededor de 15 personas sosteniendo un micrófono o grabadora por alrededor de 10 minutos. A eso hay que agregarle el olor a tufo y el olor de no-me bañé-hoy que algunos colegas hacen gala. Además es común que entre ellos se punteen o "rayen la pintura", pero sólo por motivos profesionales (o eso es lo que queremos pensar).

Lo peor son los cámaras. Sí, los camarógrafos. Usted podría pensar que son un ente invisible que sólo capta imágenes para el reportero. Falso. Se pelean entre ellos, le pegan en la cabeza intencionalmente con la cámara a lso periodistas a su alrededor o le corren la cabeza con la mano para captar la imagen. Dirá usted: es para hacer bien su trabajo. No pues. Yo creo que se aburren tanto de estar a la orden del comunicador que descargan tensiones golpeando con la cámara en las conferencias de prensa. Y son bien mala onda, ya que empujan y te tiran chuchadas si no te corres.


En conclusión, el mundo de las camaras y las luces en vivo no es como parece. Al final estamos todos en la misma: buscando la noticia. Pero no de la forma glamorosa como la reportera del crimen o Luisa Lane.

pd: Fijense los martes en las noticias a la hora de almuerzo. La mano negra con la grabadora del año del p**o es mia!!!